El Roraima, nuestro reto. |
Otro fin de año, nos toca planificar las vacaciones, esta vez del 31 de diciembre, volveremos a la Gran Sabana, nuestro destino habitual desde hace 14 años, salvo unas pocas excepciones, siempre terminamos viajando a esta maravilla del planeta.
Decidimos que ahora no sería igual que otros viajes y que, a pesar de que el destino es el mismo, La Gran Sabana, íbamos a hacer algo diferente, teníamos un reto pendiente y era subir al monte Roraima, el lugar mas alto del sur de Venezuela y punto limítrofe con Guyana y Brasil.
Se hicieron todos los arreglos para la contratación de los guías y porteadores, requisito indispensable para poder realizar este viaje y el 25 de diciembre partimos hacia nuestro punto de encuentro, Parai-Tepui, el último poblado al cual se puede acceder en vehículo antes de ir al Roraima, su nombre significa, según nos explicaron posteriormente, "Sandalia", y es que según las creencias del pueblo Pemón, habitantes de la zona, el poblado está erigido sobre la huella de la sandalia de su protector.
Campamento Parai-Tepui |
El 26 de diciembre arribamos al poblado y acampamos esa noche en el puesto de INPARQUES para esperar al día siguiente a que llegaran nuestros guías, el 27, luego de las presentaciones del caso, firmamos el libro de salida en la oficina del parque y a las 11 de la mañana iniciamos lo que serían 8 días de caminata.
Este primer día caminamos alrededor de 6 horas y luego de atravesar el rio Tek y el rio Kukenan, arribamos a nuestro primer campamento situado en la orilla de este último, allí nos bañamos, a pesar de la temperatura del agua, y luego de cambiarnos, tomamos nuestra cena preparada por nuestros guías, allí conversamos sobre lo que sería nuestro segundo día de caminata, el objetivo era llegar al campamento base del Roraima.
Campamento Río Kukenan. |
En estos parajes la mañana se inicia mas temprano que en otras regiones, ya a las 5:30 a.m. está muy claro, en este nuevo día, 28 de diciembre, luego del desayuno elaborado a base de unos panes de harina de trigo llamados "Domplin", recogimos nuestras cosas, dejamos lo que no necesitaríamos en los próximos días a fin de aligerar el peso de nuestros morrales y comenzamos la caminata de esta jornada, pasamos por varios sitios que nuestros guías nos fueron explicando, uno de ellos es llamado "Base Militar", aunque al ojo nuestro no había ninguna diferencia con el resto del paisaje, luego de la explicación pudimos observar que allí había habido un campamento del ejercito de Venezuela realizado con la finalidad de llevar el material con el que se construiría el Hito fronterizo sobre el Roraima, hasta allí podían llegar los vehículos militares, desde ese punto los materiales eran llevados por indígenas hasta el tope del monte, luego de 5 horas y media, alcanzamos nuestro segundo objetivo, la base del Roraima.
Campamento Base Roraima. |
Una vez instalados, descansamos, aprovechamos también para secar algunas cosas que teníamos húmedas del paso de los ríos del día anterior, almorzamos algo que se convertiría en una de las especialidades de la cocina de nuestros guías, ensalada fría, luego al comenzar la noche observamos un espectacular atardecer mientras conversábamos sobre las leyendas de la zona y esperábamos por la preparación de nuestra cena y la charla preparatoria para la caminata del día siguiente.
Atardecer en el Roraima, a la derecha el monte Kukenan o Matawi. |
En este nuevo día, 29 de diciembre, tendríamos 2 objetivos principales por alcanzar, el primero era la "Pared" del Roraima y el segundo el "Tope" del Roraima, muy temprano iniciamos la subida, realmente un reto ya que su inclinación era bastante fuerte, pero con el ánimo y el entusiasmo que teníamos se hizo bastante fácil, logramos llegar a nuestro primer objetivo luego de unas 2 horas y media de camino, allí estábamos, ya el Roraima no estaba cerca, literalmente lo teníamos encima.
Pared del Roraima. |
Vista de La Pared del Roraima. |
Después de la habitual sesión de fotos en La Pared, continuamos nuestro ascenso, ahora se nos venía lo mas difícil de la travesía hacía el Tope, pasar por el Paso de Las Lágrimas y alcanzar la Rampa, el primero se denomina así debido al constante goteo de agua desde el tope del Roraima, allí, y siguiendo con la tradición Pemón, nos fueron marcadas las caras con arcilla de la pared del Roraima, según esta tradición , esto lo hacen los chamanes al subir al monte para realizar sus actos ceremoniales y es una forma de protección, otro consejo que nos dieron era que al momento de la llegada al tope no hiciéramos ningún tipo de celebración escandalosa, solo alegrarnos por el reto alcanzado ya que, según las creencias de los pemones, las celebraciones ruidosas molestan a los protectores del Roraima y eso nos ocasionaría que tuviéramos días muy malos en cuanto a clima se refiere, después de mucho esfuerzo, debido a que el camino de la Rampa es de piedras sueltas, logramos nuestro objetivo principal de este viaje, llegar al Tope del Roraima, lo hicimos a las 2:30 p.m. del 29 de diciembre.
La Rampa del Roraima. |
El esfuerzo bien había valido la pena, nuestros guías nos felicitaron por el logro alcanzado, lamentablemente la celebración de la llegada no podía ser muy efusiva, primero por el respeto a las creencias de nuestros guías y luego, debido a una pertinaz llovizna que comenzó antes de que llegáramos al tope, acompañada con vientos de muy alta velocidad, tanta, que las gotas no caían al suelo sino que viajaban en forma horizontal, cansados, mojados y con frío, nuestros guías decidieron buscar refugio en el "hotel" mas cercano disponible, suena extraño, pero así son llamados los lugares en los cuales se puede acampar protegidos de las inclemencias del tiempo, en realidad son cuevas o áreas que están erosionadas en las colinas o elevaciones que tiene el Roraima en su tope, es bueno aclarar que aun cuando al observar los tepuyes desde lejos parecieran que su tope es totalmente plano, esto no es así y sobre ellos hay una gran cantidad de elevaciones, depresiones e incluso ríos que nacen en ellos, una vez que ubicamos el refugio nos dirigimos a él y se procedió a ubicar las carpas, nuestra primera noche sobre el Roraima la pasaríamos en el "Hotel El Indio"
"Habitación" en el "Hotel El Indio" |
El día 30 de diciembre continuamos nuestra experiencia sobre el Roraima, ahora nos mudaríamos de "hotel" iríamos a otro llamado "Coatí", este se encuentra del lado brasileño del monte, antes de llegar a él debemos pasar por otro de nuestro objetivos y es el llamado "Punto Triple", allí convergen las fronteras de Venezuela, Brasil y Guyana, pasamos por varios sitios impresionantes en los cuales pareciera que la naturaleza se hubiera trastocado en artista y elaborado infinidad de esculturas, se puede observar "El Camello", "La Tortuga", "El Caimán" y otras en perfecto equilibrio dando la sensación de que estuviéramos en un gran museo al cielo abierto.
Tortuga Marina. |
Punto Triple, el nombre del país está hecho con cristales de cuarzo. |
La Naturaleza actuando como escultor. |
Luego de otras 6 horas de caminata, finalmente llegamos
al "Hotel El Coatí", esta si es propiamente una cueva, con varios ambientes y muy cómoda, nos cuentan que se llama así por que a ella llegan con frecuencia estos pequeños mamíferos, uno de los pocos animales que habitan sobre el Roraima, ya habían llegado otros excursionistas y habían colocado sus carpas en las oquedades de la cueva, nosotros colocamos las nuestras en la entrada, allí nos preparamos para descansar, tomar la cena y tener nuestra acostumbrada charla sobre los planes para el día siguiente.
Al día siguiente visitamos el "Lago Gladys" y "La Proa", los lugares mas alejados de nuestro punto de entrada al Roraima, luego regresamos al "hotel" donde nos encontramos con la sorpresa de que habían llegado infinidad de excursionistas y literalmente no se podía caminar en la cueva, afortunadamente y a pesar de que era 31 de diciembre, nadie se quedó a celebrar el fin de año, el frío y el cansancio los derrotó y pudimos terminar de pasar la noche con tranquilidad, luego, el 1° de enero, partimos hacia lo que sería nuestra última noche sobre el Roraima, previamente visitaremos el "Valle de los Cristales", un lugar impresionante por la cantidad de cristales de cuarzo incrustados en todas las rocas y rocas completas formadas por estos cristales.
Roca con formaciones de cristales de cuarzo, Valle de Los Cristales. |
Las informaciones que nuestros guías obtenían por sus radios era que había una gran afluencia de turistas y todos lo "hoteles" estaban ocupados, afortunadamente el padre de uno de nuestros guías, guía también, tenía unos espacios disponibles y hacia allá nos dirigimos, llegamos al "Hotel Sucre" y allí pernoctamos, al día siguiente, 2 de enero iniciamos la partida del tope de Roraima, nuestro próximo campamento sería a orillas del río Tek, antes de iniciar la bajada hicimos una parada en el abismo del Roraima, aquí pudimos admirar por última vez la inmensidad del macizo guayanés desde su punto mas alto, como hemos dicho en otras ocasiones, después de observar tanta belleza entendemos el porque Dios tuvo que descansar luego de crearlas.
La Gran Sabana desde El Roraima. |
Para finalizar nuestro reto, el día 3 de enero partimos del campamento en el río Tek y al inicio de la tarde logramos llegar a nuestro punto inicial de partida 8 días antes, Parai-Tepui, nos queda la satisfacción de haber realizado uno de nuestros sueños, a pesar del cansancio, las 7 horas promedio diarias que caminamos, las molestias físicas, las discusiones y el soportar las inclemencias del tiempo. Nuestro agradecimiento eterno a nuestros guías, Alisa y Gilberto por su paciencia y no podemos dejar de nombrar al impasible Pablo, nuestro porteador, ahora solo nos queda expresar con mucho orgullo:
Misión Cumplida!